Chris Antley: An Elite Rider and a Gentle, Yet Troubled Soul

Legends
Jockey Chris Antley after winning the 1999 Kentucky Derby aboard Charismatic. (Anne Eberhardt/Blood-Horse)

Thousands of races have been run since then, countless jockeys and horses have come and gone, and yet the image of Chris Antley cradling the leg of the injured Charismatic soon after they completed the 1999 Belmont Stakes remains indelible.

The former claiming horse and the troubled jockey had failed in their improbable bid to sweep the Triple Crown, and yet that hardly seemed to matter when the life of the noble Charismatic was at stake.

“He was such a horse person and so in tune with the animals,” said Ron Anderson, one of Antley’s former agents. “With the pressure of being beaten in the Belmont, being beaten for the Triple Crown, he knew exactly how to respond.”

Charismatic was saved. Tragically, Antley ultimately could not be saved.

The Hall of Fame rider, a winner of 3,480 races and a two-time winner of the Kentucky Derby, lost his battle with depression and drug addiction. He was found dead at his home in Pasadena, Calif., in December 2000. The coroner determined that he succumbed to a drug overdose.  He was 34.

Natalie Jowett, Antley’s wife, cherishes Antley’s swift response to Charismatic’s woes after their third-place finish in the Belmont as a forever memory.

“That’s the Chris I knew,” Jowett said, “the Chris who had a very gentle soul, the soul of an artist, really.”

Antley celebrating 1999 Derby win. (Anne Eberhardt/Blood-Horse)

The bond between Charismatic and his devoted rider ran unusually deep for reasons that extended beyond the track.

“Chris felt a camaraderie with Charismatic because Charismatic and Chris had both been pretty much written off,” Jowett said. “I think Chris felt it was a double comeback in a way. People didn’t expect much from Chris, and people didn’t expect much from Charismatic. It was almost like Chris and the horse had an inside secret together. They were going to show the world who they both were.”

Indeed, Charismatic was sent off at the long odds of 31.30-1 when he gave Antley his second Kentucky Derby triumph, the first having come aboard Strike the Gold in 1991.

Antley’s way with horses was hardly limited to his Derby victors. Jowett recalled a visit to a paddock in Elloree, S.C., where Antley grew up.

“It was almost like the horses could sense there was someone among them who was of them,” Jowett said. She recalled that horses would lie down in their stalls while Antley took his place on the ground beside them.

Antley aboard Strike the Gold. (Anne Eberhardt/Blood-Horse)

Jowett went on, “He was very in tune with horses. He felt connections with them. Some people have skills that are very technical and Chris had those. But I think jockeys who are superb and take it to the highest level are the ones who can connect on an almost spiritual level with these horses. He definitely could do that.”

Just as Antley transformed Charismatic from a one-time claimer to a potential Triple Crown champion, his impact on lesser mounts could be just as profound.

“He was such an elite and magnificent rider,” Anderson said. “He could make horses run when other people could not make horses run.”

Antley’s rare gifts were readily apparent early in his career. He was a mere 18 years old, in only his third season, when he won an astounding 469 races in 1985. In 1987, he became the first jockey to win nine races in a single day – four at Aqueduct in New York and five more in the evening at the Meadowlands in New Jersey. In 1989, he won at least one race a day for 64 consecutive days in a breathtaking blur that extended from Feb. 8 to May 1.

More than the victories, Anderson remembers Antley as someone who cared deeply about others, human and equine.

“I realized after he passed away,” Anderson said, “that the only person he really didn’t love was himself.”


Fun Facts

  • Antley gained his first win aboard Vaya Con Dinero in November 1983 at Pimlico Race Course
  • An avid follower of the stock market, Antley wrote an investor newsletter called “The Antman Report.”
  • Antley rang the opening bell at the New York Stock Exchange before the 1999 Belmont Stakes
  • Antley met his wife, Natalie Jowett, a features producer for ABC Sports, during the Triple Crown run in 1999
  • Antley and Charismatic were featured in a film produced for ESPN’s “30 for 30” series
  • Antley was inducted into the Racing Hall of Fame in 2015

    (también en Español)

Chris Antley: Un Jinete de Elite y un Alma Gentil, pero Atormentada

Miles de carreras se han corrido desde entonces, innumerables jinetes y caballos han ido y venido, y todavía la imagen de Chris Antley sosteniendo la pata del lesionado Charismatic poco después de que ellos completaran el Belmont Stakes de 1999, permanece imborrable.

El inicial caballo de claiming y el angustiado jinete habían fracasado en su improbable intento de llevarse la Triple Corona, e incluso eso parecía no ser tan importante cuando la vida del noble Charismatic estuvo en un hilo.

“Era él una persona tan hípica y tan sintonizada con los animales,” dijo Ron Anderson, uno de los primeros agentes de Antley. “Con la presión de haber sido vencido en el Belmont, de haber sido vencido en la Triple Corona, supo él exactamente cómo responder.”

Charismatic fue salvado. Trágicamente, Antley no pudo salvarse al final.

Jinete miembro del Salón de la Fama, ganador de 3,480 carreras y dos veces ganador del Kentucky Derby, perdió su batalla con la depresión y la adicción a las drogas. Fue encontrado muerto en su casa en Pasadena, California, en Diciembre del 2000. El forense determinó que había sucumbido a una sobredosis de droga. Tenía 34 años.

Natalie Jowett, la esposa de Antley, aprecia la rápida respuesta de Antley a las aflicciones de Charismatic, después de su tercer puesto en el Belmont, como un recuerdo imperecedero.

“Ese es el Chris que yo conocí,” dice Jowett, “el Chris que tenía un alma muy gentil, el alma de un artista, en realidad.”

El lazo entre Charismatic y su devoto jinete era extrañamente profundo por razones que se extienden más allá de la pista de carreras.

“Chris sentía una camaradería con Charismatic debido a que ambos, Charismatic y Chris, habían sido varias veces dados de baja,” dice Jowett. “Creo que Chris sentía que era de alguna manera, un doble desquite. La gente no esperaba mucho de Chris, y la gente no esperaba mucho de Charismatic. Casi fue como que Chris y el caballo tenían en común un íntimo secreto. Ellos fueron a mostrarle al mundo quienes fueron en verdad.”

De hecho, Charismatic fue cotizado al abultado dividendo de 31.30-1 cuando le dio a Antley su segundo triunfo en un Kentucky Derby, siendo que el primero había sido cuando estuvo a bordo de Strike the Gold en 1991.

La manera de Antley de comunicarse con los caballos no estuvo solamente limitada a sus victorias en el Derby. Jowett recuerda una visita al paddock en Elloree, S.C., donde Antley había crecido.

“Era casi como que los caballos podían sentir que entre ellos estaba alguien que era como ellos,” dice Jowett. Ella recuerda que los caballos se acostaban en sus celdas mientras Antley tomaba su lugar a su costado en el suelo.

Jowett continúa “Estaba muy en sintonía con los caballos. Sentía conexiones con ellos. Algunas personas tienen facultades que son muy técnicas y Chris las tenía. Pero yo creo que los jinetes que son los mejores y llevan esto a su nivel más alto son aquellos que pueden conectarse casi en un nivel espiritual con estos caballos. Definitivamente, él podía hacerlo.”

Así como Antley transformó a Charismatic de un caballo de claimer a un potencial campeón Triple Coronado, su impacto en tan pocos meses no pudo ser más profundo.

“Fue un jinete tan de élite y tan magnífico,” dice Anderson. “Podía hacer correr a caballos  que otra gente era incapaz de lograr.”

Los curiosos dones de Antley estuvieron listos aparentemente desde el inicio de su carrera. Tenía solamente 18 años de edad, en lo que era solamente su tercera temporada, cuando ganó el sorprendente número de 469 carreras en 1985. En 1987, se convirtió en el primer jinete en ganar nueve carreras en un solo día – cuatro en Aqueduct en New York y cinco más en la noche en Meadowlands en New Jersey. En 1989, ganó al menos una carrera diaria por 64 días consecutivos en una impresionante racha que se extendió desde el 8 de Febrero hasta el 1ro de Mayo.

Más que las victorias, Anderson recuerda que Antley se preocupaba mucho y profundamente por los demás, humanos y equinos.

“Me he dado cuenta después de que él se ha ido,” dice Anderson, “que la única persona a la que nunca amó, fue a él mismo.”


Datos Curiosos

  • Antley ganó su primer triunfo a bordo de Vaya Con Dinero en Noviembre de 1983 en Pimlico Race Course
  • Un ávido seguidor de la bolsa de valores, Antley escribía un reporte de inversiones llamado “El Reporte del Hombre Hormiga.”
  • Antley hizo sonar la campana de apertura en la Bolsa de Valores de New York antes del Belmont Stakes de 1999.
  • Antley conoció a su esposa, Natalie Jowett, una productora estelar de ABC Sports, durante las carreras de la Triple Corona en 1999
  • Antley y Charismatic fueron caracterizados en una película producida por ESPN en las series de “30 for 30”
  • Antley fue inducido al Salón de la Fama de las Carreras en 2015

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