Unwavering Optimism Helped Santos to Top

Inquebrantable Optimismo Ayudó a Santos a Llegar Arriba

Legends
Jose Santos, above at the 2016 Hall of Fame induction ceremony, was a jockey guided by unwavering optimism. (Eclipse Sportswire)

Jose Santos began riding at the tender age of 14. After competing in his native Chile and then Colombia, he came to the United States with high hopes in 1984. Eight months after his arrival, he was in despair.

Business at the Florida tracks was bad; his spirits were worse.

“I was not doing anything,” he said. “I had tough times.”

His ability, though, had not gone completely unnoticed. P.J. Simms, a trainer in search of a rider he could depend on, spotted his potential.

“You help me,” he told Santos, “and I will help you.”

They enjoyed immediate success together, and it was not long before Santos became a young rider in demand. His career soared. He led the nation in earnings every year from 1986 through 1989 and won the Eclipse Award as the leading jockey in North America in 1988.

Santos brought unwavering optimism to the starting gate.

“You have to ride like you have the best horse in the race,” he said during a recent interview. “You have to give the horse a chance, favorite or longshot.”

Perhaps that can-do attitude explains why Santos, in major races, began delivering with longshots whose form did not suggest they were capable of contending, let along winning. Lemon Drop Kid, no better than ninth in the Kentucky Derby, returned a hefty $61.50 for every $2 win wager when Santos brought him home first in denying Charismatic’s bid for a Triple Crown in the 1999 Belmont Stakes. Charismatic finished third.

The 2002 Breeders’ Cup Classic? Volponi looked every bit the also-ran when he was sent off at odds of 43.50-to-1 at Arlington Park near Chicago. He romped by 6 ½ lengths. “To this day, it is a surprise,” admitted Santos.

New York-bred geldings are not supposed to win the 2003 Kentucky Derby. Apparently, Santos and Funny Cide never got that message. They took the opening two legs of the Triple Crown before being denied in the Belmont. Funny Cide rewarded his backers with $27.60 for every $2 win bet in the Derby. He showed that was no fluke by romping in the Preakness.

Santos went on to win seven Breeders’ Cup races and 4,083 races in all for earnings of $188,543,887. The end to his career came sooner than he ever wanted. He was involved in a three-horse accident at New York’s Aqueduct Racetrack on Feb. 1, 2007 that left him with five broken vertebrae, a broken sternum, and several broken ribs. He eventually retired on the advice of his doctors; they feared that another spill could result in a catastrophic injury.

Santos said in announcing his retirement: “I am extremely grateful for the career I’ve had, for the owners who had faith in me, to my fellow jockeys who helped bring out the best in me, and to the fans for their support. Most of all, I am grateful to my family. They have always supported me, and it’s tough because every time you ride a horse, you are in danger. They don’t have to worry any more, and that is a relief.”

Santos, 54, will always treasure his induction into the Hall of Fame in 2007.

“It was a very proud moment for me,” he said. “I worked hard for 31 years and to get a reward like that, it’s forever.”

Note: This article was originally published in August 2015 and has been updated.


Fun Facts

  • Santos’ father and three of his seven brothers were jockeys.
  • Jose Santos Jr. works as a jockey agent 
  • Won 4,000th race aboard Melodeeman on Feb. 4, 2006
  • Was the subject of an autobiography co-authored by Bill Heller and entitled, “Above It All: The Turbulent Life of Jose Santos.”

José Santos comenzó a correr a la edad de 14. Después de competir en su natal Chile y luego en Colombia, arribó a los Estados Unidos con grandes esperanzas en 1984. Ocho meses después de su llegada, él estaba desesperado.

Los negocios en los hipódromos de Florida iban mal; su humor iba peor.

“No estaba haciendo nada,” dijo él. “Pasaba tiempos muy difíciles.”

Su habilidad, sin embargo, no había pasado completamente desapercibida. P.J. Simms, un entrenador en busca de un jinete en quien pudiera confiar, descubrió su potencial.

“Tú me ayudas” le dijo a Santos, “Y yo te ayudaré.”

Ellos disfrutaron de juntos de un suceso inmediato, y no pasó mucho tiempo antes de que Santos se convirtiera en un joven jinete muy demandado. Su carrera se disparó. Fue líder de la nació en sumas ganadas cada año desde 1986-89 y ganó el Trofeo Eclipse como jinete líder en Norte América en 1988.

Santos trajo su inquebrantable optimismo hasta el partidor eléctrico. “Tienes que montar como si tuvieses el mejor caballo de la carrera,” dijo él durante una reciente entrevista. “Tienes que darle esa chance a tu caballo, sea favorito o golpe.”

Tal vez esa actitud de yo-puedo explique porqué Santos, en las carreras más importantes, comenzó a brindar sorpresas con caballos cuya forma no sugería que ellos fuesen capaces de competir y menos de ganar. Lemon Drop Kid, no mejor que noveno en el Kentucky Derby, retornó un abultado dividendo de $61.50 por cada $2 jugados a ganador cuando Santos lo llevó al triunfo negándole a Charismatic su intento por la Triple Corona en el Belmont Stakes de 1999. Charismatic finalizó tercero. 

¿La 2002 Breeders’ Cup Classic? Volponi lucía como “el que también participa” cuando fue cotizado a precios de  43.50-a-1 en Arlington Park cerca a Chicago. Los masacró por 6 ½ cuerpos. “Hasta el día de hoy, es una sorpresa,” admitió Santos. 

Un castrado nacido en New York se supone que no iba a ganar el 2003 Kentucky Derby. Aparentemente, Santos y Funny Cide nunca recibieron ese mensaje. Ellos se hicieron cargo de las dos primeras llaves de la Triple Corona antes de ser derrotado en el Belmont. Funny Cide recompensó a sus seguidores con $27.60 por cada $2 apostados a ganador en el Derby.

Demostró que no había sido un chispazo cuando volvió a ganar en el Preakness.

Santos llegó a ganar siete carreras de las Breeders’ Cup y un total de 4,083 carreras sumando en premios $188,543,887. El final de su carrera llegó más pronto de lo que él hubiera deseado. Estuvo envuelto en un accidente de tres caballos en la pista de New York, Aqueduct Racetrack el 1ro de Febrero de 2007, el que lo dejó con cinco vértebras rotas, un esternón roto y varias costillas también rotas. Decidió retirarse siguiendo el consejo de sus doctores; ellos temían que otra rodada podría resultar una lesión catastrófica.

Santos dijo esto cuando anunció su retiro: “estoy extremadamente agradecido por la carrera que he tenido, por los propietarios que tuvieron fe en mí, por mis colegas jinetes que ayudaron a que brinde lo mejor de mí y por los aficionados que me apoyaron. Más que nada, estoy agradecido por mi familia. Ellos siempre me han apoyado y eso es muy duro ya que cada vez que tú corres un caballo, estás en peligro. Ellos ya no tienen que preocuparse más, y eso es un alivio.”

Santos, 54, atesorará siempre su inducción al Salón de la Fama en 2007.

“Fue un momento de gran orgullo para mí,” dijo. “Trabajé duro por 31 años y lograr una recompensa como ésta, es para siempre.” 


Datos Curiosos

  • El padre de Santos y tres de sus siete hermanos fueron jinetes.
  • José Santos Jr. trabaja como agente de jinetes
  • Ganó su carrera 4,000 a bordo de Melodeeman el 4 de Febrero, 2006
  • Fue el tema de una autobiografía  en co-autoría con Bill Heller titulada, “Por encima de Todo: La Turbulenta Vida de José Santos.”

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